Nos hemos preguntado por qué en
nuestro país (Colombia) estamos llenos de Campeones Mundiales infantiles, que
cuando llegan a edades juveniles no alcanzan a ser finalistas mundiales y los
pocos que llegan a las edades del alto rendimiento no alcanzan a ocupar puestos
de interés?
Nos hemos preguntado la alta tasa
de abandono deportivo a temprana edad por causas del Síndrome de Saturación
Deportiva, en especial causada por el Entrenador Deportivo y la mala praxis en
la aplicación progresiva y adecuada de la carga?.
Están preparados los padres de
familia para entender el proceso deportivo de su hijo?
Estamos los Entrenadores
deportivos preparados para gestionar el talento deportivo?
Estas y muchas otras
interrogantes pueden suceder en el medio deportivo local, regional e incluso
nacional con respecto al desarrollo deportivo de los niños en caminados a
buscar el alto rendimiento.
“Prometer resultados Maravillosos en edades tempranas en el deporte, es
el acto más irresponsable que pueda cometer un Entrenador deportivo!”
George Belt.
Las Edades Tempranas en la ontología deportiva, son entendidas como el
proceso de acumulación y adaptación biológica y de la estimulación de la
expresión génica, que preparan al niño y joven a enfrentar, en la edad adulta,
su encuentro con el Alto Rendimiento.
EDADES (FASES) SENSIBLES o
VENTANAS DE OPORTUNIDAD
De manera general existen dos
grandes capacidades físicas que aparecen en las edades tempranas (infantiles y
juveniles), las Coordinativas y las
condicionales. Las Coordinativas son muy importantes para todos los deportes
pero en especial en deportes como la natación otros deportes llamados de
“edades tempranas” ya que aumentan la probabilidad de llegar al Alto
Rendimiento si se inician en las edades adecuadas, desde los 6 años de edad y
hasta la pubertad.
Desde los 6 años de edad y hasta
la pubertad, este tipo de capacidades desarrollan contundentemente la placa
motora y la placa somato-sensitiva del cerebro, creando los engramas motores y
somato-sensitivos ideales para deportes como la natación (deportes de medio
acuático) aprovechando la plasticidad cerebral que construye eficientemente
todo el complejo sensitivo periférico a nivel de mecano receptores, quimio
receptores y propiocepción ideales para preparar al futuro nadador. Iniciar la
natación después de esta ventana de oportunidad es un gran desperdicio a la
gestión del talento deportivo.
Desde el inicio de la pubertad,
las capacidades condicionales inician su aparición protagónica, abriendo la
ventana de oportunidad acumulativa, que es como abrir una “cuenta
bancaria” en la que se consignan las acumulaciones sistemáticas y graduales de
las cargas del entrenamiento.
“El
incremento progresivo de la carga se aplica sobre todo en el ámbito juvenil. Los
procesos de crecimiento implican la posibilidad de daños específicos si se
produce un incremento forzado de la carga (v. pág. 339); por tanto, los
estímulos de carga en las edades infantil y juvenil deberían aumentar de forma
estrictamente progresiva y acorde con la edad.” Entrenamiento Total,
Waineck Pg. 28.
Hablar del principio de
progresividad, es hablar de todos los principios generales del entrenamiento
deportivo ya que de este emergen todas las circunstancias de un entrenamiento
adecuado y equilibrado para el desarrollo del joven deportista, entendiendo
este como un principio Transversal en el camino hacia el alto rendimiento.
La primera de las capacidades
condicionales que se expresa, es la Resistencia, que desde la pubertad, se alza
progresivamente hasta conseguir su pico de VO2Max a los 18 años (+ -), por lo
que, para deportes de base aeróbica como la natación, las acumulaciones
progresivas van favoreciendo y determinando el éxito futuro del Alto
rendimiento.
La Capacidad condicional de la
fuerza, (en todas sus direcciones relacionadas) se expresa desde la pubertad
con una curva tímidamente ascendente que se porta vertiginosa justo cuando el
pico de la resistencia se expresa, es decir, al final de la edad del desarrollo
deportivo entre los 17 y 18 años, por lo que, las cargas de la fuerza en edades
infantiles y juveniles, deben guardar los mismos principios de progresividad y
gradualidad, entendiendo el cambio morfológico acelerado que tienen los adolescentes
en su crecimiento repentino, en sus perímetros, longitudes segmentales,
palancas, etc., y que dificultan una adaptación estable a lo largo de esta edad
y donde el entrenador debe proteger, como lo recomienda Tudor Bompa, las 5
leyes básicas del entrenamiento de la fuerza, 1.- desarrollo de la flexibilidad
articular; 2.- Desarrollo de la fuerza en los tendones; 3.- desarrollo de la
fuerza del tronco; 4.- desarrollo de los músculos estabilizadores y 5. –el
entrenamiento aislado de los músculos.
Lo que nos indica todo lo
anterior es que atender el entrenamiento deportivo del niño y adolescente, es un
trabajo científico, metodológico y sobre todo responsable en el que deben
intervenir sinérgicamente todos los actores comprometidos en el desarrollo del
entrenamiento del individuo. Acciones aisladas o no programadas o en el peor de
los casos la improvisación, solo garantizan una mala práctica deportiva que
redundará en sobrecargas y saturación deportiva a temprana edad.
El entrenador deportivo debe
saber que en sus manos no solo está un niño, también están sus deseos y sus
ilusiones de ser un gran deportista y el deseo de sus padres de que su hijo
crezca y llegue a lo más alto del deporte; por eso, prometer resultados
Maravillosos en edades tempranas en el deporte, es el acto más irresponsable
que pueda cometer un Entrenador deportivo y aplicar cargas que aceleren este
proceso, no es ético en la profesión como Entrenador.
EL PRINCIPIO DE PROGRESIÓN
“el principio de la carga progresiva se deduce de la relación
proporcional entre la carga, la adaptación y el aumento del rendimiento. Según
este principio, las exigencias planteadas al deportista tienen que aumentar de
forma sistemática dependiendo de la preparación física, coordinativa, técnica,
táctica, intelectual y de la fuerza de voluntad.” Weineck 2005.
Para entender la progresión,
primero entendamos que es la Carga, tomado de MICOVI:
“El Estímulo (Carga) es una serie de Impulsos Físicos, Psíquicos y
Cognitivos que Desajusta la Homeostasis del Organismo y su Respuesta como
mecanismo de Defensa, Produce la Transformación de las Estructuras de los
Órganos y Sistemas del Organismo de carácter BioPsicoSocial, que conlleva a un
cambio del estado de entrenamiento, con el fin de producir incremento de su
Rendimiento. El Entrenador es el máximo responsable de conducir a los
Deportistas en su crecimiento de las competencias de desempeño
(PsicoSocioMotriz, cognitivo y actitudinal) y apoyado del Equipo
Interdisciplinario”. Milton Correa Viloria
Como lo dice el gran maestro de la Halterofilia Micovi, cada vez que
un entrenador aplica una carga, esta genera un estímulo biológico y de
expresión génica que desequilibran la homeostasis, dañan, alteran, deterioran
la función normal del individuo y es el propio organismo el que busca su
recuperación en los periodos de descanso activo y pasivo, reposo y sueño. Esa recuperación
genera una super-compensación y genéticamente se generan síntesis de expresión
génica y proteica que generan cambios biológicos y morfológicos en el
deportista.
El principio de PROGRESIVIDAD, me
obliga a hacer un análisis del individuo que voy a atender, partiendo de la
EDAD CRONOLOGICA, EDAD BIOLOGICA, AÑOS QUE LLEVA EN LA PRACTICA DEL DEPORTE Y
NIVEL DE ENTRENAMIENTO.
Además intervienen los elementos
cuantitativos de la progresividad así:
VOLUMEN
En términos cuantitativos, el
aumento del Volumen me obliga a una planificación proyectada de este, no solo
en el micro ciclo o macro ciclo a realizar, sino al ciclo olímpico completo (4
años) y a largo plazo, hasta llegar al Alto Rendimiento, para que la
progresividad en el aumento de los kilómetros por sesión no me lleven a mitad
de camino a hacer distancias imposibles que me alejen del escenario deportivo
antes de llegar al alto rendimiento, por Síndrome de saturación deportiva, además
del exceso de volumen, por el ambiente psicológico que este conlleva a tan
tempranas edades.
INTENSIDAD
El Aumento de la Intensidad es
otro de los factores neurálgicos en la planificación de la carga y debe tomar
en cuenta sinérgicamente la edad deportiva, edad cronológica, edad biológica y
contrastarlo con la ventana de oportunidad (fases sensibles) en la que se
encuentra el niño, para aplicar una carga adecuada en el momento adecuado del
individuo. Aplicar cargas anaeróbicas lactácidas (de resistencia o tolerancia
al lactato) a los 11, 12 o 13 años o cargas de VO2 max pico o VAM a estas
mismas edades cronológicas, son el camino más fácil a los “logros tempranos”
(campeones infantiles) pero también el camino más fácil al abandono temprano
del deporte y la creación de sedentarios en potencia después del retiro
deportivo, pero sobre todo, deterioran la salud del joven y retrasan o truncan
el rendimiento deportivo en edades en las que se espera se llegue al alto
rendimiento. Aquí mismo, el aumento de la complejidad del ejercicio juega un
papel importante en el desarrollo progresivo de la intensidad y que
sistemáticamente deben tenerse en cuenta en cargas donde las condiciones
lactácidas o de altas intensidades tengan las recuperaciones biológicas
adecuadas que permitan super-compensar el daño causado por la carga programada.
Todo Entrenador busca “romper” la homeostasis del
cuerpo con una carga y, en su programación, debe tomar en cuenta el tiempo que
nuestro cuerpo tiene, biológicamente hablando, para el proceso de
transformación (Adaptación y super-compensación) para así poder aplicar
nuevamente otra carga de “rompimiento”.
Imagen tomada de la conferencia del MSc. Guilbert Valdés
Corría
Cuando el proceso de programación de la carga, para el
“rompimiento” y recuperación, se da de manera eficiente, la mejoría se presenta; pero cuando la Carga es
mal programada, ya sea por falta de conocimiento del Entrenador o por efecto de
una Carga Oculta, el proceso
de Super-compensación será negativo y se presentará una adaptación negativa y
por ende una pérdida de rendimiento. por eso en entrenamiento a doble Jornada, debe tener en cuenta el tiempo de recuperación entre la jornada de la mañana y la jornada de la tarde y el de la mañana siguiente. Subestimar cargas es desconocer las ciencias del deporte.
Imagen tomada de la conferencia del MSc. Guilbert Valdés
Corría
“No existe carga sin estímulo y
no existe estimulo sin efecto” William Correa.
CARGA OCULTA
Es aquella que no es tomada en
cuenta por el Entrenador en su programación y que en todo caso afecta el
rendimiento programado en su macrociclo.
En cierta ocasión asesorando a un equipo de patinaje
de la ciudad, se programó trabajos de recuperación (Recobery) en bicicleta para
el grupo de chicos patinadores, recomendando un recorrido largo pero en condiciones
aeróbicas ligeras, por debajo del primer umbral respiratorio (r1); sin embargo,
lo que no previó el Entrenador, fueron los desniveles del recorrido, las
inclinaciones y altitud de este, que inevitablemente sacaron del rango
programado a los jóvenes deportistas.
La gráfica mostró que no se había
cumplido el objetivo planteado para la sesión y hubo que hacer cambios en el
microciclo para corregir la carga oculta de ese entrenamiento. De no tener un
monitor cardíaco, se hubiese pensado que se había cumplido con el objetivo
planteado en el entrenamiento de esa sesión y se hubiese planeado cargas no adecuadas en las
sesiones subsiguientes de ese microciclo.
Muchos padres de familia,
afanados por las victorias tempranas de sus hijos, aplican cargas a los chicos
sin autorización o a escondidas de sus Entrenadores, pensando que más
entrenamiento del programado tendrá un mejor resultado llevando a sus hijos a
Gimnasios, los montan en una bicicleta, los ponen a nadar en ríos, lagos o el
mar o los llevan con otros Entrenadores para que aumenten el entrenamiento con
la promesa de mejores resultados, mucho ojo, en Entrenamiento deportivo no
existen “asesorías de tareas”, todo se debe programar bajo la lupa del
Entrenador principal. Todo Padre de familia y en especial aquellos que “compran
cronómetro”, deben ser educados o capacitados en cómo debe ser tratado su hijo
a lo largo de su vida deportiva y así evitar este tipo de inconvenientes que
pueden incluso afectar la salud del individuo.
El otro dolor de Cabeza de los Entrenadores
Deportivos en la “Carga Oculta” son las clases de educación física de los
colegios, que no respetan la carrera deportiva de los jóvenes, que incluso en
procesos de acercamiento (Tapering) a una competencia fundamental, los chicos
son sometidos a cargas innecesarias o peligrosas en sus horas de clase, atentando contra toda una
programación de macrociclo a la competencia más importante del año, en fatigas
acumuladas, sobre carga, lesión y hasta retiro deportivo.
Mucho tiempo ha pasado desde que
Emil Zatopek fuera el mejor fondista de su época en la década de los 50`s y su método
“brutal” de Entrenamiento dejara de ser un paradigma para la práctica del
deporte, hacer 60 repeticiones de 400 metros durante 10 días seguidos dejo de
ser un modelo de entrenamiento para ser una de las formas más claras de
entender el proceso de una mala programación del entrenamiento. La sobre carga
produce fatiga y esta es asociada con el debilitamiento del núcleo celular por
baja de los nucleótidos, aumento de los indicadores biológicos de CPK, Urea,
Amonio, lactato entre otros, por el aumento de carga sin respeto a los procesos
supercompensatorios, produciendo sobrecarga, fatigas, lesiones y retiros
deporitvos.
El respeto por la planificación
deporitva debe ser el Santo Grial del Entrenador, aplicando todos los
conocimientos científicos disponibles y guardando todos los principios del
entrenamiento deportivo.
La progresividad en el entrenamiento no es una opción,
es un principio que se debe acatar.
En el libro de Tudor Bompa
llamado “Periodizacion del Entrenamiento Deportivo”, nos cuenta una historia
que nos permite entender gráficamente lo que significa la progresión como
principio fundamental del entrenamiento:
“Según la mitología griega, la primera persona en aplicar el principio
del aumento progresivo de la carga fue Milón de Crotona. Para convertirse en el
hombre más fuerte del mundo, Milón comenzó a levantar y acarrear cada día un
ternero. A medida que el ternero iba creciendo, Milón adquiría más y más fuerza.
Cuando el ternero creció hasta ser un toro adulto, Milón ya era el hombre más
fuerte del mundo gracias a una progresión a largo plazo” Tudor Bompa Pg.34